Pamela Anderson eligió un conjunto de lo más osado de su amplio guardarropa para lucir en la fiesta Grand Prix: un “traicionero” vestido blanco por el que se le transparentaron parte de los pechos.
Sin embargo, la diosa no sintió pudor y se pasó todo el evento saltando y bailando con los invitados.
Además de bella, Pamela es muy solidaria. Ayer se conoció la noticia de que puso su lujoso Dodge Viper en venta a beneficio de PETA, principal grupo defensor del trato justo a los animales.
"He trabajado con PETA por 15 años. Son como mis asesores éticos. Con ellos de hecho veo resultados", aseguró en una entrevista.
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