Con la edición 66ª de los premios Golden Globe regresó con todo el glamour a Hollywood. Después de un año de sequía por la huelga de guionistas, las grandes marcas de la moda, las joyas despampanantes y los zapatos de tacón volvieron a brillar con luz propia en la alfombra roja de los premios considerados como la antesala de los Oscar.
En un goteo incesante desfilaron las estrellas de la pantalla luciendo los habituales nombres de estas grandes ocasiones en Hollywood. Versace, Armani, Channel, Dior o Hugo de la Renta estuvieron presentes en un acto que atrae tanta atención por la tendencia cinematográfica como por la moda que lucen las grandes estrellas.
Y como siempre, fueron ellas las que hicieron los esfuerzos mayores por llevarse el premio honorífico a la mejor vestida de la noche, con el escote palabra de honor dominando la escena del hotel Beverly Hilton de Los Angeles.
Desde Eva Longoria, con un espectacular vestido rojo de Reem Acra, pasando por Eva Mendes, con un modelo blanco de Dior, hasta Olivia Wilde, la actriz nominada por su trabajo en House, luciendo un clásico conjunto en color lavanda, la mayoría de las féminas optaron por un estilo clásico y sencillo.
También Kate Winslet, que llegó acompañada por su compañero de reparto en Revolutionary Road, Leonardo di Caprio, se decantó por el escote palabra de honor luciendo un vestido oscuro sin muchos adornos.
Otra de las más esperadas fue la actriz española Penélope Cruz, nominada a un Golden Globe por su papel como actriz secundaria por Vicky Cristina Barcelona.
La madrileña se decantó por un modelo color claro muy elegante que a buen seguro la colocará en los primeros lugares de las apuestas por las mejores vestidas.
Además se destacó Anna Paquin, aquella jovencita que se dio a conocer al mundo por su papel en El piano y que recorrió la alfombra roja con un discreto vestido de tirantes, rompiendo la tendencia de la palabra de honor junto a otras ilustres como Susan Sarandon, que lució un traje de chaqueta de Hugo Boss un tanto más varonil que la mayoría de sus colegas de profesión.
Pese a que hubo un nutrido desfile de grandes estrellas entre los hombres, no destacaron excesivamente por su vestimenta, sobria y siempre apostando por el esmoquin y la corbata negra.
Sí brilló con fuerza Brad Pitt, nominado como mejor actor de drama por su papel en The Curious Case of Benjamin Button, que, como no podía ser de otra manera, se presentó a la entrega de premios con su mujer Angelina Jolie, con un elegante vestido plateado de Versace y unas sandalias de Jimm y Choo.
La nota curiosa la pusieron Jessica Lange, vestida con un conjunto negro de terciopelo de Roberto Cavali, y Drew Barrymore, ataviada con un modelo de John Galiano, que acudieron juntas a la cita y se pasearon cogidas de la mano por la alfombra roja para presentar su trabajo como madre e hija en una adaptación del documental Grey gardens" de los años 70.
Las estrellas volvieron a lucir sus mejores galas y Hollywood recuperó la sonrisa después de los grises momentos de la huelga, que convirtieron los Golden Globes del año pasado en un escueta rueda de prensa.
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