Madonna no es una mujer que aparente algún tipo de prejuicio sexual. Al menos eso es lo que deja entrever en sus espectáculos, en su figura y en sus declaraciones. Y ahora, directamente, deja verlo a los ojos de todos.
Es que la reina del pop fue sorprendida por los paparazzi mientras salía del Hotel Claridge de Londres con una bolsa que contenía un vibrador.
Si estuviera sola sería entendible la situación, pero la cantante estaba acompañada por su marido Guy Ritchie.
Aparentemente se trata del Purple Penetrator, según consignó el diario británico Daily Mail.
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