miércoles, 13 de junio de 2007

Silvina Scheffler se opero las lolas

Llegó a usar sostenes de silicona. Sí, los que se venden en las publicidades televisivas que ofrecen soluciones mágicas, con la premisa de “llame ya”. Ese fue el último intento de Silvina Scheffler (27) para disimular sus pocas lolas. “En el último tiempo ya los usaba permanentemente”, confiesa la entrerriana, rebautizada como la Profe desde que participó de Gran Hermano 2007. “Todo el mundo que me reconoce me llama así. ¡Ya no tengo nombre!”, dice con su hermosa sonrisa. Hoy, los corpiños con mucho push up son parte del pasado para Silvina. Ya no volverá a necesitar ayuda externa para aparentar escotes de fantasía. Porque desde que salió del Centro de Estética del Sur, dirigido por el doctor Daniel Félix, la rubia posee dos nuevos motivos para apreciar su belleza. Porque si ya se le reconocía una cara angelical, un cuerpo tallado a mano y una cola para ponerle un moño azul, ahora habrá que sumar elogios para sus flamantes lolas, adquisición que la convierten en una candidata a integrar algún staff de modelos, como su ex compañera Marianela Mirra.

–¿Cuándo tomaste la decisión?
–En realidad lo tenía decidido desde agosto del año pasado. Pero por un tema económico, sumado a que tenía ciertos compromisos laborales que no me daban tiempo como para cumplir con el posoperatorio, no lo hice. Recién después de Gran Hermano pude cumplir con ese anhelo.

–¿Influyó el hecho de estar en los medios para cumplir con ese deseo?
–Sí. Cuando salí de Gran Hermano todo el mundo me decía que ponerme lolas iba a ayudarme para una carrera en los medios. Incluso la mayoría quería que me pusiera más de lo que me puse. Pero la verdad es que estoy muy conforme con el tamaño que elegí. No quería parecer vedette, que fueran las lolas y después yo. Quería que fueran un complemento de mi cuerpo. Y estoy contenta, porque me siento muy cómoda.

–¿En qué te sentís más cómoda?
–Por ejemplo al hacer fotos. Esta es mi primera producción con las lolas nuevas, y me sentí mucho más relajada al posar. Antes mostraba sólo mi cola. Ahora me veo diferente, me veo bien. Estoy muy contenta.

–¿Cómo llevabas el hecho de tener pocas lolas?

–Al principio como un complejo. Y si bien después lo fui asumiendo, me limitaba mucho a la hora de ponerme cierta ropa. Los vestidos con espalda abierta no podía usarlos porque me quedaban muy mal.

–¿Y lo sufrías al estar con un hombre?
–Sí, al principio me daba vergüenza y me hacía sentir insegura. Pero por suerte todas mis parejas me respetaron.

–¿Cómo fue el posoperatorio?

–Por suerte la recuperación fue muy buena. Nunca tuve dolores.Me cuidé mucho, tratando de no hacer movimientos bruscos, y siguiendo al pie de la letra todas las indicaciones que me dio el médico. Recién ahora empecé a hacer algo de gimnasia, pero muy tranqui.

–¿Tenías miedo?

–Un poco sí, porque además era la primera vez que entraba a un quirófano, y por partida doble, porque también aproveché para sacarme un lunar que tenía en el hombro. Me acuerdo que unos minutos antes de entrar al quirófano me dije: “¿¡Qué hago acá?!”. Pero por suerte la cirugía fue bárbara, no sufrí para nada. Recibí una atención espectacular en la clínica del doctor Félix, a quien le agradezco mucho.

–¿Y cuál fue tu reacción al verte con las lolas nuevas?

–Después de la operación no me animé a mirarme. De hecho, por un día no quise. Recién me animé a pararme frente al espejo al día siguiente, cuando me sacaron las vendas. Y al principio me asusté, porque parecían muy grandes para mi cuerpo. Imaginate, pasaba de no tener nada a tener esto. Fue un cambio bastante fuerte. Pero era cuestión de acostumbrarme.

–¿Tu familia ya te vio después de la operación?
–No, están todos con la incógnita de ver cómo quedé. Me preguntan todo el tiempo cuándo salgo en alguna revista. Mi mamá está muy ansiosa, y como yo voy recién el sábado a visitarla, seguramente me vea antes en Paparazzi que en persona.

–¿Con Pablo Expósito cómo quedó la relación?
–Quedamos como amigos. El decidió disfrutar a full este momento sin tener un compromiso de pareja. Y como no quiere herirme, fue sincero conmigo, algo que valoro mucho.

–¿Vos tenés un sentimiento fuerte por él?

–Sí, es una persona a la que quiero muchísimo. Lo que siento por él no cambia de un día para el otro, y Pablo lo sabe.

–El quería que te pusieras lolas…¿Qué va a opinar cuando vea estas fotos?

–Quizá cambie de opinión y quiera volver conmigo, ja, ja.

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