La americana Natalie Gulbis es la Anna Kournikova del golf por su belleza. Es cierto, según la prensa, que chicos de toda edad la esperan salir de los campos a la diosa de 24 años para saludarla.
Las jugadoras de este deporte también se caracterizan por sus dotes físicos, como se aprecia a simple vista.
Algunas de ellas hoy son noticia porque se les ha permitido incursionar en otros escenarios que, hasta hoy, sólo eran para hombres.
Por ejemplo, el Royal and Ancient Golf Club abre al British Open sus puertas para las mujeres.
Lorena Ochoa, la número uno del mundo, y Annika Sorenstam, otra diosa, afirman que se trata de un gran paso para las mujeres estar jugando golf ahí.
La sueca Sophie Gustafson tampoco escatimó elogios hacia la medida. Ahora juega en los prestigiosos Evian Masters en Francia, y la llaman "corta de polleras pero larga de ambiciones".
Otras, en cambio, han incursionado además en el mundo de los almanaques eróticos. Y no les ha ido mal.
Como se aprecia, el golf no es sólo un deporte de hombres
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