Les presentamos a una Paris Hilton madura. La estrella del jet set ha prometido cambiar su imagen de "fiestera" desde que pasó 23 días tras las rejas en junio por violar los términos de su libertad condicional en un caso de manejo imprudente.
"Hay mucha gente mala en Los Ángeles. Antes, mi vida era divertirme, ir a fiestas. Era una fantasía", le dice la heredera del imperio hotelero homónimo a la revista Newsweek en su edición del 22 de octubre, actualmente a la venta. "Pero cuando tuve tiempo de reflexionar, me sentí vacía. Quiero dejar una huella en el mundo".
Hilton, de 26 años, dice estar comprometida en usar su posición de celebridad para hacer el bien. El mes próximo, viajará a Ruanda para llamar la atención del mundo sobre el país africano.
"Tengo miedo, sí. He escuchado que es realmente peligroso", admite. "Nunca he hecho un viaje como éste".
Acompañada por una organización benéfica por los niños llamada Playing for Good, Hilton visitará escuelas y clínicas como parte de una misión caritativa de cinco días. El viaje se filmará, lo que no resulta una sorpresa dado su afición por las cámaras.
"Me encanta que todo se documente", dice Hilton, quien espera poder hacer de su experiencia una película. "Le muestra a la gente lo que es el día a día para mí, lo duro que trabajo. Hay muchas ideas equivocadas sobre mí".
Hilton dice que su vida amorosa no es tan alocada como dicen los tabloides.
"Me han relacionado con tantos tipos, pero no se trata de algo romántico, para nada", asegura. "Me llevo mejor con los chicos que con las chicas. Confío más en ellos. Ellos no son infantiles y malos. A las chicas les gusta el drama".
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